Un grave caso de acoso escolar fue denunciado en el Colegio Germania del Verbo Divino, en Puerto Varas, luego de que una estudiante sufriera hostigamiento constante durante más de dos años sin que el establecimiento implementara los protocolos de protección necesarios.
Según se dio a conocer, la menor —identificada como Catalina— fue víctima de agresiones físicas y psicológicas por parte de sus compañeros desde el año 2022, situación que habría sido ignorada por la dirección del colegio, a pesar de los reiterados avisos de su familia y los informes médicos que advertían un deterioro grave en su salud mental.
La familia señala que incluso el rector del establecimiento, quien además es pastor, desestimó sus reclamos en una reunión, instándolos directamente a retirar a la niña si no estaban conformes con el colegio.
Finalmente, Catalina fue retirada del establecimiento el 17 de abril de 2024, luego de recibir un certificado médico que advertía riesgo vital. Su psiquiatra diagnosticó trastorno por estrés postraumático y depresión severa, indicando que su vida estaba en peligro debido al constante acoso.
Acoso sostenido desde sexto básico
El bullying habría comenzado con un conflicto menor en sexto básico, y desde entonces se intensificó, incluyendo golpes, insultos, aislamiento social y mensajes ofensivos. Uno de ellos, entregado en plena clase, decía: “Vete del colegio, aquí nadie te quiere, mentirosa”.
Aunque el colegio prometió activar su protocolo interno en 2022, la familia asegura que no hubo cambios y que las agresiones aumentaron. A Catalina la escupían, empujaban y obligaban a recoger basura. Incluso un cambio de curso no detuvo el acoso.
A fines de 2023, la adolescente expresó pensamientos suicidas. “¿Crees que si me tomara 10 pastillas por fin moriría?”, le escribió a una amiga.
Tras su retiro, los padres interpusieron una demanda civil contra el establecimiento, que cobra una matrícula de 15 UF y un arancel anual de 95 UF. La acusación indica que el colegio facilitó el acoso y desestimó evidencia médica, mostrando una “actitud negligente”.
Sanciones y reclamos
La Superintendencia de Educación multó al colegio con 60 UTM (alrededor de 4 millones de pesos) por no aplicar correctamente su protocolo contra el bullying. La institución pidió una prórroga para presentar una apelación, asegurando que su reglamento interno está actualizado.
Mientras tanto, la familia sigue exigiendo que se reconozca el daño y que el colegio ofrezca una disculpa formal, algo que aún no ha ocurrido. “Esto destruyó nuestra familia”, expresó la madre de la menor.