En Alborada creemos que la ciudadanía merece entender lo que está ocurriendo con los recursos públicos. Por eso, te explicamos en sencillo qué es el caso ProCultura, cómo impactó a la región de Ñuble y qué dice Lorena Jardua, consejera regional y querellante en esta causa que hoy tiene alcance nacional.
¿Cómo empezó todo?
En el año 2022, el Gobierno Regional de Ñuble transfirió 268 millones de pesos a la Fundación ProCultura para organizar un evento binacional de solo dos días. Tras su realización, la Contraloría General de la República evaluó la ejecución y encontró graves irregularidades.
De los fondos entregados:
50 millones fueron mal rendidos.
20 millones simplemente no se rindieron.
Además, se detectaron compras con precios inflados y una subcontratación irregular a una empresa que había cotizado por un monto mucho menor que el presentado por ProCultura.
¿Qué pasó después?
La Contraloría elaboró un informe detallado y la Fiscalía inició una investigación. En este contexto, el Gobierno Regional de Ñuble fue allanado, incautando computadores y documentos, incluso desde la oficina del gobernador Óscar Crisóstomo.
En junio de 2024, los consejeros Lorena Jardua y Cristian Quilodrán decidieron dar un paso más: presentaron una querella formal para que el caso se investigara en profundidad.
“Soy querellante porque es mi obligación fiscalizar. Los 268 millones que se malgastaron son de todos los ñublensinos”, declaró Jardua.
¿Por qué es tan grave?
Este caso no solo afectó a Ñuble. Se ha descubierto que el mismo “modo de operar” se repitió en al menos siete regiones del país: Antofagasta, Valparaíso, Metropolitana, Ñuble, Biobío, Magallanes y Aysén.
La investigación está hoy en manos del fiscal Cristian Cooper, quien cuenta con escuchas telefonicas o rasgos que vincularían al dueño de la fundación y a autoridades públicas, incluso del Frente Amplio y, según algunas rumores que hemos conocido últimamente, al Presidente de la República.
“Vimos cómo estos jóvenes del Frente Amplio hablaban de honestidad, y ahora se irán del gobierno con el estigma de corruptos”, opinó Jardua.
¿Ha sido fácil fiscalizar?
Cuando le preguntamos si ha podido ejercer su rol con libertad o ha sentido presiones, Jardua respondió:
“En este tipo de cosas siempre hay situaciones, pero estoy haciendo lo correcto, no lo incorrecto”.
También aprovechó de destacar la importancia de cuidar cada peso público. “Hoy aprobamos un proyecto de saneamiento sanitario para Monterico, para agua y alcantarillado. ¿Cómo se puede considerar que es bueno que se pierda plata así como así?”, cuestionó.
¿Y el gobernador qué ha dicho?
Según Jardua, el gobernador Óscar Crisóstomo no ha enfrentado el caso con claridad. “Él no dice nada. Lo que dice, lo dice por cumplir, nada más”.