El Gobierno defiende la dieta para expresidentes frente a propuestas para restringirla
El debate sobre la dieta vitalicia para los expresidentes de la República vuelve a estar en el centro de la discusión pública. El gobierno, a través del ministro del Interior, Álvaro Elizalde, ha salido a defender estos beneficios, que la Constitución establece en un monto mensual superior a los 7 millones de pesos, sumando además otros gastos como traslados y funcionamiento de oficinas.
Actualmente, existen varias iniciativas en el Congreso que buscan modificar o incluso eliminar estas asignaciones. Entre ellas, destaca una propuesta que establecería una edad mínima de 65 años para percibir la pensión vitalicia, lo que significaría que el actual presidente, Gabriel Boric, no la recibiría en caso de finalizar su mandato antes de cumplir dicha edad. Otras ideas incluyen la reducción del monto o la eliminación de los gastos de traslado y oficina.
Desde La Moneda, la postura es clara: "por la dignidad del cargo", los expresidentes necesitan contar con una dieta posterior. El ministro Elizalde argumentó que "llama la atención que, de acuerdo a la coyuntura, se estén modificando acuerdos amplios que ha habido respecto de, por ejemplo, el trato que merecen los exjefes de Estado". Además, enfatizó que "los países que tienen democracia de alto estándar establecen alguna forma de dieta para evitar, por ejemplo, que exjefes de Estado terminen de lobbistas, o con evidentes conflictos de interés".
Si bien Elizalde reconoció que "siempre se puede perfeccionar el marco regulatorio que existe en la materia", hizo hincapié en no "olvidarse de los principios inspiradores de por qué se avanzó en esta norma". La discusión continúa abierta, buscando un equilibrio entre la dignidad del cargo presidencial y el uso adecuado de los recursos públicos.