Gobierno pone en marcha la Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales para agilizar proyectos de inversión
Con la publicación en el Diario Oficial de la Ley 21.770, el Gobierno ha puesto en marcha la Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales (LMAS), una nueva normativa que busca reducir los tiempos de tramitación de permisos para proyectos de inversión públicos y privados. La ley, impulsada por el Ministerio de Economía, tiene como objetivo agilizar el desarrollo de iniciativas estratégicas y fortalecer la inversión en todo el país, al establecer un nuevo marco regulatorio para la modernización del Estado. La normativa modifica más de 40 cuerpos legales, permitiendo que los permisos sean otorgados de manera más eficiente y sin disminuir los estándares regulatorios vigentes.
El ministro de Economía, Fomento y Turismo, Álvaro García, destacó que "la Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales permitirá que los proyectos de inversión avancen con mayor certeza y eficiencia". Desde la Seremi de Economía de Ñuble, señalaron que la ley tiene como objetivo reducir entre un 30% y un 70% los tiempos de espera para la ejecución de iniciativas de inversión, y en un 50% para proyectos estratégicos.
El ministro García entregó ejemplos concretos respecto a cómo los tiempos de los permisos comenzarían a disminuir su tramitación. “Un jardín infantil para iniciar actividades debe realizar cinco trámites consecutivos, uno después del otro; pero, desde hoy en adelante, la regla general será que esos mismos trámites se pueden hacer en paralelo y, por lo tanto, va a tomar un quinto del tiempo de lo que tomaba antes". A fines de mes, una ferretería o una tienda de útiles escolares que hoy requiere un informe sanitario, ya no lo va a requerir, por lo que su instalación será más rápida y a un menor costo.
Si bien la Ley entra en vigencia, varias de sus disposiciones clave contemplan un régimen de implementación gradual, como las normas de procedimiento y la puesta en marcha de la Oficina de Autorizaciones Sectoriales. Estas medidas se desplegarán en tres fases: la primera, desde la publicación hasta los seis meses; la segunda, entre el sexto y el noveno mes; y la tercera, hasta completar un año desde la publicación. Este diseño transitorio busca asegurar una implementación ordenada, coordinada y eficaz del nuevo sistema.